jueves, 29 de mayo de 2008

miércoles, 28 de mayo de 2008

domingo, 25 de mayo de 2008

Su propia medicina

Reproduzco, por su interés y por que lo comparto plenamente, el editorial de hoy en Diario de Noticias.

"La derecha española es así. El sector más radicalmente conservador siempre trata de imponerse mediante la estrategia de la tensión, de la confrontación, de la intransigencia. Después de su segundo fracaso electoral, Mariano Rajoy parece haber decidido que bajo su nueva presidencia el PP recupere el espacio de "centro reformista" al que renunció por la presión del sector de derecha extrema que le marcó la estrategia a seguir tras la pérdida del poder en 2004. Lo que menos podía esperar Rajoy era que esa decisión de giro al centro le iba a situar en el ojo del huracán de las mismas iras ultramontanas que fueron su soporte durante la pasada legislatura. Los mismos valedores mediáticos en los que se apoyó -Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos- se han tomado como tarea diaria su acoso y derribo de manera tan cruel como contundente. Los iconos que enarboló desde la presidencia del PP como faro y guía de su cruzada antiterrorista, antinacionalista y antilaica, iconos basados en la ideologización del sufrimiento -María San Gil, José Antonio Ortega Lara, Francisco José Alcaraz entre otros- le han dado la espalda casi con menosprecio. Él, que pretendió recoger los frutos de aquellas multitudinarias manifestaciones convocadas bajo pretextos diversos pero con la única intención de desgastar al Gobierno socialista, se asoma a la ventana de su despacho de Génova y contempla ahora, quizá con melancolía, quizá con despecho, que doscientos energúmenos se concentran a gritos contra él, los mismos energúmenos ultras que le acompañaron y jalearon en aquellas manifestaciones mientras él sonreía satisfecho como líder del partido salvador. Él, que ante millones de telespectadores acusó a Zapatero de haber injuriado a las víctimas y que no rectificó tan escandalosa afrenta, se topa ahora con el exabrupto de Carlos Iturgaiz -otro de sus peones, especialista en la crispación-, que le escupe lo de "o se está con María San Gil o se está con ETA", silogismo que por derivación ha sido válido para atacar a todo lo que se movía fuera del PP. Rajoy está probando la misma medicina que él empleó durante su primera legislatura en la oposición. Contra él se utiliza la misma estrategia de la tensión y el enfrentamiento que él lideró durante cuatro años. "

sábado, 24 de mayo de 2008

Bardenas

Buscando fotos de Bardenas he encontrado varios regalos para la vista, un lujo...




jueves, 22 de mayo de 2008

Iberia sumergida

Y cada cual que interprete lo que le de la gana...


miércoles, 21 de mayo de 2008

viernes, 16 de mayo de 2008

Recuerdos de adolescencia

Algunos de los míos recordarán esta canción de The Cranberries...


jueves, 15 de mayo de 2008

domingo, 11 de mayo de 2008

Parque de la memoria


La fuerte lluvia en Sartaguda no logró empañar la orgullosa memoria de nuestros abuelos...








(Fotos de Diario de Navarra)

lunes, 5 de mayo de 2008

Semilla de libertad

Hace no mucho tiempo tuve ocasión de escribir sobre personas como Tomás, Esperanza, Pilar o Carmen. Lo hice con motivo del debate en las Cortes de la que es conocida como Ley de memoria histórica, un instrumento concebido para la legítima y justa restitución y reparación del honor y de la dignidad de los españoles y españolas represaliados, perseguidos y asesinados durante la guerra civil española y la posterior dictadura franquista.

Sus nombres son ejemplo de que no es posible construir un futuro basado en el olvido o el silencio oficial que impuso la dictadura, porque en ambos bandos de la contienda, hubo barbarie y crueldad, pero mientras unos fueron enterrados con honores fúnebres, ellos, durante muchos años, acudieron a depositar flores en anónimas fosas, macabros descampados y tapias a lo largo y ancho de toda Navarra. Otros ni siquiera pudieron encontrar los restos de los suyos. Sus anónimas vidas son muestra de dolor silenciado y de sacrificio injusto, pero su ejemplo y actitud hace que en la historia no haya huecos ni vacíos, porque la memoria de los errores y de los horrores personales y colectivos se conservó en familias como las suyas, pero se conservó para servir de semilla de reconciliación, y su generosidad en la transición ayudó a construir la democracia que hoy disfrutamos.

Es verdad que han esperado mucho tiempo. La mayoría no tuvo otro remedio que acallar su pesadumbre durante un régimen que quiso condenarles a la vergüenza y al estigma, a la represión y destrucción de cualquier elemento que recordara que España había sido una vez libre y que en un futuro podría serlo. Y esperaron forzosamente cuarenta años. Con la llegada de la democracia se les dijo que era demasiado pronto y ellos pacientemente esperaron por el bien de la reconciliación, pero nunca olvidaron. Pasados treinta años más han sentido que ya nadie tiene derecho a decirles que es demasiado tarde, ya nadie tiene derecho a decirles en pleno siglo XXI que las iniciativas y medidas para recuperar la memoria histórica son inoportunas y abren heridas. Porque la realidad es que con cada homenaje, con cada acto son las suyas las heridas que se abren, pero para ser cicatrizadas con el aire de la verdad y ser sanadas con justicia.

Como lo hicieron en el Pleno del Parlamento del año 2003, el próximo día 10 de mayo acudirán a Sartaguda para participar orgullosos y emocionados en la inauguración del Parque de la Memoria junto a miles de ciudadanos que les acompañaremos para arroparles y honrar, homenajear y recordar a sus seres queridos, personas que una vez acariciaron, quisieron y abrazaron. Pero los más de tres mil nombres que recuerda el Parque de la Memoria no solo pertenecen a sus familias: también son patrimonio de toda la ciudadanía navarra. Ellos defendieron con sus vidas la legalidad, la libertad, la igualdad, el progreso de sus pueblos y conciudadanos y la justicia social. Sus nombres forman parte de la historia más ejemplar de nuestra comunidad, de la pasada, presente y futura y son semilla libertad, esa que ahora disfrutamos y vivimos.

Cada día que hemos vivido y convivido en libertad, cada día que hemos vivido en democracia ha sido un día de condena de la guerra y la dictadura y de homenaje a sus víctimas y la semilla que ellos sembraron ha servido para que los españoles de hoy, si pudiéramos volver al pasado, no sería para cambiar el nombre de los vencedores ni de los vencidos: si pudiéramos volver sería para impedir aquellos horribles hechos.
(Publicado en Diario de Noticias)