En distintos medios desde el pasado jueves se ha recogido el llamamiento que el Secretario General del PSN hizo a Miguel Sanz y a UPN en aras a la estabilidad, el diálogo y el acuerdo con respecto a los Presupuestos Generales del Estado. Por supuesto que las reacciones no se han hecho esperar. Unos han hablado de "intercambio de cromos", otros de "escenificación con final cantado". Ayer hubo una respuesta de Miguel Sanz y desde ese momento una serie de reacciones en cadena de dirigentes del PP de las cuales resulta especialmente “llamativa” el artículo que escribe Jaime Ignacio Del Burgo en la edición del diario El Mundo de hoy, al igual que el editorial del mismo.
En cualquier caso de una declaración de esta magnitud podrán hacerse las interpretaciones que se quieran, pero lo cierto es que la política es algo más que un juego de titulares, reacciones y escenificaciones partidarias. Pienso que en una situación económica como la que estamos atravesando, y teniendo en cuenta que Navarra no es una isla en el contexto español y mundial, no es baladí apelar al entendimiento con respecto a unos Presupuestos Generales que pretenden más que nunca actuar como palanca, como motor que impulse y mejore nuestra salud económica. En definitiva, el llamamiento supone algo más profundo que colocar en un coyuntural aprieto al adversario político, como algunos parecen entender. En un escenario de crisis económica como el actual los ciudadanos no necesitamos, es más, sobrados vamos de miradas y pensamientos alicortos. Lo que precisamos son soluciones a los problemas cotidianos, y si es necesario el acuerdo empléese la herramienta del diálogo.
Mañana Rajoy tendrá ocasión de demostrar a los navarros y navarras si también está dispuesto a poner en práctica esa "grandeza de miras" invocada por Roberto Jiménez.
