25 de noviembre: cada día, cada momento

Cada 25 de noviembre en todo el mundo se dedican espacios, textos, actos, discursos para hablar de la violencia de género. Sin embargo y desgraciadamente sabemos que todos los días del año la violencia de género ocupa muchos espacios en la vida de muchas mujeres, dejando a su paso vacíos, injusticias, golpes y muerte. Esta violencia recae sobre las mujeres por el hecho de serlo, por el hecho de vivir en una sociedad sexista, en la que falta respeto, en la que el machismo llevado al extremo provoca en muchas ocasiones esta lacra social. Esta violencia contra las mujeres se afirma globalmente a través de múltiples formas: violaciones, acosos sexuales y laborales, ablaciones de clítoris, trata de mujeres y niñas, prostitución. Y todo ello es consecuencia de que la igualdad real aún no se alcanzado, aunque los responsables políticos realicemos todos los esfuerzos en llegar hasta la más pequeña discriminación para arrancar la raíz de la violencia de género.

Sumarse a la conmemoración del 25 de noviembre es un acto obligado del conjunto de la sociedad y también de los responsables políticos, sin olvidar nunca que la lucha contra esta lacra es una tarea que no sólo puede preocuparnos y ocuparnos un día al año, si no cada día y cada momento de nuestra actuación.

Debemos recordar este 25 de noviembre que la Ley Integral contra la Violencia de Género ha cumplido tres años de vigencia, una ley que nació como muestra del compromiso adquirido con la ciudadanía, con las mujeres y, en especial, con las víctimas. El desarrollo de la Ley se ha cumplido en una gran parte, consiguiéndose un incremento notable del número de denuncias, unas mejores infraestructuras, y un mayor número de juzgados específicos para garantizar una mejor atención y una mayor garantía jurídica y judicial. Pero dicho esto es necesario reconocer que todavía queda mucho por hacer. Nadie puede ni debe sentirse satisfecho, en tanto en cuanto haya una sola víctima.

En este año los socialistas queremos mostrar nuestra preocupación por el aumento, en los últimos tiempos, de la violencia de género en adolescentes. Es por ello que es tarea obligada desarrollar, entre todas y todos, la importante labor de educar en igualdad a la sociedad desde la prevención, el respeto y la tolerancia y el rechazo más enérgico a la violencia, como base ineludible de la convivencia y como método imprescindible para poder avanzar en la erradicación de estos comportamientos, a cualquier edad y ante el menor síntoma.

En este 2008 queremos además rendir nuestro más profundo homenaje a aquellos ciudadanos y ciudadanas que, anteponiendo incluso su integridad física, han prestando su ayuda solidaria a las mujeres víctimas de violencia de género. Unos tienen nombres y apellidos: Daniel Oliver, una joven vida que se truncó por defender a una mujer que estaba siendo maltratada en Valencia y que murió en diciembre de 2007, y Jesús Neira, que sigue sufriendo un largo proceso de recuperación tras recibir un brutal ataque por defender a una mujer agredida en Madrid. De otras y otros no conocemos sus nombres, pero sabemos que están entre nosotros, luchando denodadamente para devolver la libertad, la dignidad y la justicia a las mujeres víctimas de violencia de género. Ellos y ellas han de ser los referentes, las personas que guíen nuestros actos y nuestras voluntades, para erradicar en nuestra sociedad, entre todas y todos, tanto dolor, tanto temor y tanto sufrimiento, recuperando definitivamente nuestra calidad de ciudadanía digna, libre y en plena igualdad. Este es el espíritu que ha guiado nuestras iniciativas en las instituciones de toda España.

Dediquemos hoy, y también cada día y cada momento, un recuerdo a las mujeres que lloran en silencio, a las que todavía hoy en pleno siglo XXI siguen pensando que son ellas las culpables, a las que son acusadas injustamente de mentirosas, a las que creen que los golpes que reciben forman parte de su matrimonio o de su vida de pareja, a las que consiguen huir y rehacer su vida y a las que no corren la misma suerte, a todas las mujeres que han sido asesinadas en el seno de su propia familia durante este año en todo el mundo y, en general, a todas aquellas mujeres que sufrieron, sufren o sufrirán violencia de género: por todas ellas empleemos las mejores armas contra esta injusta masacre: igualdad, tolerancia y respeto entre seres humanos.

Artículo publicado en Diario de Noticias.