Ayer Diario de Navarra publicaba esta viñeta de Oroz que refleja a la perfección la exhibición que los partidos de Nafarroa Bai están ofreciendo al hilo de la renovación del Consejo General de Caja Navarra. Acostumbrados a las supuestas lecciones sobre ética y funcionamiento interno que hemos tenido que soportar en muchas ocasiones los socialistas navarros, este es un claro ejemplo de cómo cada cual debe mirarse primero en su propio espejo antes de azotar al adversario.
Por otro lado se suscita el debate sobre quiénes deben ejercer las labores de control en las cajas de ahorros, instituciones financieras con una teórica obligación de destinar sus beneficios a fines de interés social y desde donde indudablemente se toman importantes decisiones por parte de los gobiernos autonómicos. ¿Políticos, impositores, ciudadanos, organizaciones sociales...? Lo que es indudable es que el legislativo es quien tiene la llave para resolver este debate, y la oposición no puede renunciar a ejercer ese relativo control en un espacio donde se hace política.
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